Capítulo 23


Después de las palabras—practicando la teoría

Hay muchas maneras de crear una transición hacia un cambio de paradigmas. Por ejemplo, habría efectos inmediatos y de largo alcance si las instituciones del Primer Mundo per-donaran la deuda externa al ‘Tercer Mundo’ (que de hecho ha sido devuelta al ‘Primer Mundo’ muchas veces). Se podría comenzar por per-donar los intereses. Este paso positivo podría ir acompañado de comenzar a co-municarnos con el ‘Tercer Mundo’ de forma respetuosa y que enaltezca la vida. También podríamos darles mucho dinero a los países que antes conformaban la Unión Soviética, reconociendo que nuestra tendencia capitalista al saqueo no los ha llevado a lograr una sociedad mejor, sino que los ha reducido a una pobreza extrema. Y lo más importante: podríamos dejar de gastar la riqueza del mundo en la producción de arma y en las fuerzas armadas—y usar esos recursos en una economía del cuidado.

En Estados Unidos podríamos cambiar la industria carcelaria punitiva y su mentalidad, y llegar a comprender las causas sociales del crimen, además de intentar darles a los niños y a los jóvenes una vida que merezca vivirse. Podríamos reconocer la necesidad y el derecho que todos tienen de estar agradecidos por una vida buena y feliz, y el derecho de tener algo para dar. Podríamos terminar con prácticas terribles tales como el tráfico sexual de mujeres y de niños. Podríamos reconocer que la mayoría de los inmigrantes que vienen del Sur hacia el Norte, simplemente siguen los pasos de los recursos que han sido drenados de sus países por el Norte, bajo la forma de regalos que no se pagaron. Podríamos parar el drenaje y darles la bienvenida a los hermanos y hermanas. (Si no estuviésemos gastando el dinero en armamento, habría suficiente para todos). Podríamos detener la devastación del medio ambiente, y considerarlo un regalo para nuestros hijos y para los hijos de nuestros hijos. Podríamos elegir a más mujeres con valores compasivos para que ocupen puestos públicos. El progreso en cualquiera de estas áreas—y hay muchas otras—tendría un efecto positivo, como una onda expansiva que se extiende por todos lados, y colocaría en un primer plano los valores del paradigma del regalo. Podríamos empezar a movernos en la dirección de un cambio de paradigma al reconocer el regalar que ya estamos haciendo y al rehusar darle valor al sistema basado en el intercambio. Podemos empezar a practicar el regalar experimentalmente y también en instituciones políticas y sociales en maneras que se multiplicarían y no se auto-destruirían.

El punto de vista del paradigma del regalo debe ser puesto en práctica conscientemente. He tratado de hacerlo creando la Fundación para una Sociedad Compasiva (FFACS), y un grupo más político (no deducible de impuestos), Feministas para una Sociedad Compasiva. De hecho, he estado practicando las teorías expresadas en este libro desde 1981, usando mis recursos para hacer un cambio social. Antes de desarrollar esta teoría, practicaba el paradigma del regalo con menos conciencia, como esposa y como madre.

En lo personal, uno de los efectos positivos de esta teoría ha sido poder liberarme de las presiones psicológicas y sociales que no me permitían satisfacer las necesidades fuera de mi familia. Creo que asumir un rol de regalar más activo me ayudó a resolver algunos problemas psicológicos con los que había estado lidiando. También he percibido claramente cuánto se practica el regalar en todos lados y en todo momento, convenciéndome de que regalar es el comportamiento normal del ser humano. En realidad, la práctica del regalar se ve obstaculizada por el intercambio y se hace difícil debido a la escasez, pero también debido a valores patriarcales que interpretan el regalar como intercambio, lo descartan como ineficaz y débil, o lo exageran y lo tratan como un sentimentalismo. Encontrar el regalar en el lenguaje hace que sea posible considerar el dar regalos como lo que nos hace humanos. Tengo la esperanza de que si afirmamos el regalar como el modo humano, promoveremos que se lo practique conscientemente.

Desgraciadamente, dar para satisfacer las necesidades de los individuos de hecho no cambia el sistema social que causa las necesidades. Una vez que el sistema sea cambiado, el principio rector será dar, para satisfacer las necesidades a nivel individual y a todo nivel. Por el momento, lo que hay es una inmensa necesidad de que los recursos sean dedicados al cambio social. Cada uno de nosotros debe dar al nivel social e individual y al mismo tiempo canalizando nuestras diferentes energías para no agotarnos, ya que seguimos viviendo en el paradigma del intercambio.

Una de las razones por las que los dadores ocultan su propio dar, es porque puede parecer que están dando para lograr el dominio del ego que requiere la masculación. La contradicción lógica en tal ‘altruismo orientado al ego’ echa un manto de duda sobre el altruismo en sí, haciéndolo parecer no existente. La gente comprometida con la interacción de dar y recibir puede superar la contradicción, desarrollando una confianza radical y un perdón que sólo son posibles de lograr en los movimientos feministas. Otra razón por la que la gente no da en forma visible, es porque las religiones y los preceptos morales promueven el regalar y el sacrificio oculto como algo moralmente superior. Mientras que esta táctica puede lograr el efecto de evitar la trampa de caer en la dominancia del ego, también impide que el modelo se vuelva visible y produzca un efecto de onda expansiva.

Se ha desarrollado una intensa sensibilidad psicológica alrededor del dar y recibir, tal vez porque para la mayoría de nosotras se conecta profundamente con nuestra niñez, aunque más adelante, por el contrario, fue bloqueada y atrofiada. Nuestras reacciones instintivas al respecto son extremas y no se exploran, porque de inmediato nos ponemos a la defensiva y nos sentimos incómodas. Consideramos, y nos parece que es más fácil, más respetable y más ‘a la moda,’ ocuparse del intercambio. Nuestras reacciones psicológicas convalidan un hábito mental sobre la manera ‘apropiada’ de dar—dar sin llegar al exceso—y desde luego y por lo tanto, esta manera de dar realmente no cambia nada.

En tanto potenciales dadores, nos movemos en puntas de pie de manera políticamente correcta en una sociedad que está devastando el planeta y creando diariamente hambre y muerte para los millones que viven ‘en otros lugares.’ Rescatamos nuestro aplomo a costa de nuestra eficiencia, y prevalece el lado negativo del statu quo. Los que se mantienen despiertos ante el sufrimiento de los muchos y de la enfermedad del sistema caen en la desesperación, porque no alcanzan a ver el costado de la vida basado en el regalo que continúa existiendo, o los destellos de cambio social que de verdad están ocurriendo. Las religiones y los gobiernos cooptan el regalar, haciéndolo aparecer como si fuera una táctica más de la masculación, a menudo un instrumento de la avaricia y la corrupción. A lo sumo, parece existir un deber cívico de ‘devolverle’ a la comunidad—siempre dentro de los parámetros preestablecidos del sistema.

En vista de todas estas consideraciones, decidí practicar el regalar de forma visible para lograr un cambio social, creando las organizaciones que ya mencioné. He creado y apoyado proyectos para el cambio social, usando el intercambio—trabajo asalariado—para cambiar el sistema hacia el regalar. La Fundación y Feministas para una Sociedad Compasiva son soluciones híbridas de esta clase. También uso el dinero que he heredado para entregar fondos a proyectos progresistas y feministas ya existentes, que buscan el cambio social. Durante muchos años conté con la ayuda de mi prima Sissy Farenthold, quien hizo carrera como líder y activista en política feminista, y que ‘conocía los entretelones’ mejor que yo. Sissy me ayudó a encontrar grupos a los que yo podía ayudar económicamente. Luego logré comprar lugares físicos (tierra y edificios) en los que se implementaban proyectos que ya estaban en funcionamiento, dirigidos por mujeres. También apoyé o inicié proyectos educativos o de activistas, contratando mujeres para administrar y llevar a cabo las iniciativas. Algunas de las mujeres ya habían comenzado sus propios proyectos o los crearon con posterioridad, con o sin mi colaboración o aporte. Ahora estoy trabajando en un libro sobre mi vida en que también contaré las historias de reunirme y colaborar con organizaciones importantes como Dawne, Sisterhood is Global (La Hermandad es Global), Wedo, Feminist Press (la Imprenta Feminista), Feminist University of Norway (la Universidad Feminista de Noruega), CoMadres del Salvador, Resourceful Women (Mujeres Inventivas) y muchas más.

He luchado con las contradicciones inherentes a practicar el regalar para cambiar el sistema que me proporcionó recursos para dar. También he luchado con las contradicciones de usar el intercambio—dándoles salarios a las mujeres—para cambiar el modelo del intercambio por el modelo del regalo. Y he tenido que adoptar la política de no darle a los individuos para su propio beneficio porque era esencial dedicar el dinero a los proyectos de cambio social. Tal vez otras personas hayan pensado que hay otras formas de practicar esta teoría. Esta forma fue la que se me ocurrió a mí con la ayuda de los regalos de oportunidad y suerte que me brindó la Diosa.

A veces, las mujeres de FFACS no estuvieron de acuerdo conmigo, ni entre sí. Tuvimos largas y a veces penosas discusiones, pero en general pudimos seguir adelante con la amistad y el feminismo intacto. Yo estaba comprometida a hacer que la Fundación fuese tan diversa como fuera posible, y sin duda ha sido el lugar donde mujeres blancas y de color, jóvenes y viejas, lesbianas y heterosexuales, mujeres locales y de otros países han podido trabajar juntas. De hecho, yo creo que ha sido un nicho ambiental para la paz, en el que una multitud de voces puede hacerse escuchar, y donde el pensamiento de los ‘muchos’ se pone en evidencia. Yo les estoy muy agradecida a las mujeres que se han involucrado con la FFACS a través de los años y me siento bendecida por haber estado en su compañía. En las reuniones del personal, que tienen lugar todos los miércoles, escuchamos los informes de cada una. La variedad increíble de información y de experiencias, el compromiso y la acción valiente confirman e inspiran nuestra hermandad—y dan esperanza hasta a la visitante menos entusiasmada.

Han surgido tantas necesidades sociales generales debido a la práctica psicótica del patriarcado, que los activistas que luchan por el cambio social tienen las manos llenas. La verdad es que cada necesidad está conectada con otra—las necesidades ambientales están conectadas con las necesidades humanas, el hambre con la militarización, el respeto a las madres solteras con la paz mundial, la violencia doméstica con la violencia racial y con la violencia internacional. Tirar del hilo de la maraña de problemas toca todos los otros problemas. Satisfacer cualquier necesidad de cambio social—‘hacer una diferencia’ como se dice generalmente—provee la posibilidad de practicar en forma visible e inteligente el paradigma del regalo, en un nivel social general.

El modelo de mujeres que dan para satisfacer necesidades sociales, dando tiempo, inteligencia, creatividad, compromiso y dinero, demuestra la potencia del paradigma del regalo generalizado, como la solución a la complejidad de problemas causados por la práctica del paradigma del intercambio. La práctica visible que hacen las mujeres del paradigma del regalo en pos del cambio social puede tener un efecto de onda expansiva muy amplio. Aunque en Estados Unidos hay muchos proyectos activistas en marcha, muchos funcionan de acuerdo a las estructuras patriarcales, perpetuando así los problemas que están tratando de arreglar.

Los proyectos que tratan el tema de la violencia en Estados Unidos, frecuentemente tratan de cambiar al individuo, o intentan una reforma legislativa sin cambiar la sociedad como un todo. Por ejemplo, las conexiones entre la violencia doméstica y la violencia internacional son a menudo ignoradas. Pero a pesar de esto, toda la gente que está involucrada en los movimientos en contra de la violencia sexual y doméstica, por la justicia social, por la paz, por los derechos humanos, y por terminar con el hambre, el racismo, la falta de vivienda, como también todo lo que tiene que ver con la salud, con las adicciones y con los problemas psicológicos debidos a la violencia patriarcal, se mueven hacia el paradigma del regalo. Ya sean mujeres u hombres, a sabiendas o no. Creo que es importante promover el liderazgo de mujeres en esta transición, porque originalmente las mujeres no están masculadas, son un modelo muy diferente al ‘uno privilegiado.’

En 1997 se celebró el décimo aniversario de la creación de la Fundación por una Sociedad Compasiva, aunque muchos de sus proyectos comenzaron antes. El Rancho Stonehaven, cerca de San Marcos, Texas, es un centro de retiros que se abrió en 1984. Está abierto todos los fines de semana, para retiros de grupos en pro de la paz y de grupos feministas, sin costo o a muy bajo costo. Literalmente, a través de los años, miles de personas que están trabajando para lograr cambios sociales, han sido cuidadas en esta atmósfera dirigida por mujeres. Margie First lo está administrando, ‘cuidando a los que cuidan.’ Otros proyectos comenzaron en los años 80, tales como La Casa para la Paz de las Mujeres de Austin, que estuvo abierta varios años y que cerró por un motivo u otro. El programa semanal de la Televisión Comunitaria de Austin, “Dejen que la gente hable,” conducido por Trella Laughlin, fue parte de las actividades realizadas desde 1985 hasta 1994. Varios programas habituales en la televisión comunitaria, incluyendo uno mío, “Valores feministas,” otro a cargo de Sally Jacques, “Artes y activismo,” y “La hora de las noticias de las mujeres,” conducido por Frieda Werden, han tomado su lugar.

Practicar el dar regalos en una economía de intercambio vacía a la persona que regala, si lo está haciendo sola. Yo soy la única persona que da dinero en esta organización (aunque las otras mujeres dan su tiempo, energía e imaginación) y mis recursos financieros están mermando. He tenido que poner fin al programa de donación que funcionó desde 1981 hasta 1994, y algunos otros proyectos. El Edificio de las Organizaciones de Base por la Paz alojaba las oficinas de la Fundación y proveía el espacio para muchas otras oficinas de grupos de pacifistas, tanto de mujeres como de hombres. Localizado sobre la calle principal del centro de la ciudad de Austin, este pequeño edificio era un hito para el cambio social en medio de la corriente dominante y mayoritaria. Lo vendí en 1996 para poder mantener la Fundación. Un hermoso lugar en el Lago Travis, nuestro segundo centro para retiros, llamado ‘Alma de Mujer,’ fue parte de la Fundación desde 1988 hasta que lo doné a la Red de Trabajo de Mujeres Indígenas en 1996. Este lugar continúa siendo administrado con éxito por la escultora indígena Marsha Gómez, con la ayuda de Esther Martínez.

En 1985—junto a un grupo que ayudé a formarse llamado ‘La Internacional Feminista para la Paz y la Comida’—pude fundar y establecer la Carpa para la Paz en Nairobi, Conferencia Final de la Década de la Mujer de las Naciones Unidas. La carpa tuvo mucho éxito, proveyó un espacio seguro para el debate y la discusión entre mujeres cuyos países estaban en guerra entre sí. Miles de mujeres atendieron los eventos que ahí se realizaron. Dos mujeres que ayudaron a organizar la carpa fueron la alemana Ellen Diederich, y la cantante afro-germana, Fasia Jansen, que han trabajado con la Fundación durante muchos años, primero formando una Caravana para la Paz de mujeres a la Unión Soviética (antes de la caída del Muro de Berlín) y luego creando la Tienda de las Cuatro Direcciones (un intento de hacer marketing asociado a una causa). Ellas continúan con sus trabajos en pro de la paz. Muchos otros grupos colaboraron con la Carpa para la Paz, incluyendo WILPF y WIDF. Fue un modelo exitoso para propiciar el diálogo de las mujeres, que posteriormente fue imitado muchas veces.

También se organizaron en Estados Unidos las Caravanas para la Paz, en las que las mujeres iban de pueblo en pueblo hablando de la reunión de Nairobi. La cuáquera americana Alice Wiser y la alemana Gertrude Kauderer, actuaron de choferes de las caravanas durante varios años en el verano. Mientras tanto, hicimos una cantidad inmensa de trabajo de apoyo para los movimientos de autodeterminación de Centroamérica, enviando delegaciones a El Salvador para investigar los abusos cometidos contra los derechos humanos, las actividades de los escuadrones de la muerte, y la implicación de Estados Unidos en ello.

Ellen y Fasia organizaron una gira de las Madres de los Salvadoreños Desaparecidos por Europa, que sirvió para divulgar información. Enviamos una delegación de fiscales generales en búsqueda de pruebas a América Central (yo fui parte de la delegación). He apoyado a mujeres del Hemisferio Sur para que viajen por Estados Unidos contando las realidades de sus países (a través del Proyecto de las Mujeres del ‘Tercer Mundo’ del Instituto de Estudios Políticos, organizado por la chilena Isabel Letelier).

Todo este trabajo culminó en dos reuniones entre mujeres líderes de Estados Unidos y mujeres comandantes del FNLM de El Salvador. En estos encuentros amistosos quedó bastante claro que los valores de las mujeres son suficientes para superar la guerra y el antagonismo. Hablamos de nuestros niños y del futuro. Tuvimos discusiones políticas muy serias, pero también bailamos y cantamos juntas.

Durante mucho tiempo me he comprometido con las mujeres del Hemisferio Sur y con el feminismo internacional. He apoyado a mujeres en grupos internacionales y en conferencias, y he ayudado con publicaciones y redes de comunicación. A través de los años, he apoyado una serie de proyectos en el Sur, y de mujeres del Sur que viven en el Norte. Actualmente la activista filipina Charito Basa está en el comité ejecutivo, trabajando con mujeres inmigrantes que viven en Europa.

Creo que los medios de comunicación son muy importantes para hacer conocer al público el punto de vista de las mujeres. En 1991, comencé FIRE, Emprendimiento de Radio Feminista Internacional, un programa diario desde la perspectiva de la mujer, una hora en español y otra hora en inglés, en la Radio Internacional para la Paz, una estación de onda corta en Costa Rica. María Suárez, de Puerto Rico, y Katarina Anfossi de Chile son las instigadoras de estos programas.

WINGS, el Servicio Internacional de Recolección de Noticias de las Mujeres, fue iniciado independientemente por Frieda Werden y Katherine Davenport en 1986. Después de la muerte de Katherine, Frieda regresó a Austin, y se integró al personal de la Fundación en 1992. Desde entonces ella ha continuado produciendo programas semanales de WINGS, en colaboración con muchas voluntarias a quienes también entrena. Frieda provee también entrenamiento de radio en WATER, Acceso de Mujeres a Recursos Electrónicos, un sitio en Austin que fue concebido y cuidado gratuitamente por la videógrafa Fern Hill. En WATER, las mujeres reciben entrenamiento gratis en vídeo, radio y computación. Felicia Hayes y Vicky Kilgore proveen ese entrenamiento y son parte del personal de la Fundación. Una vasta comunidad de mujeres ha crecido alrededor de WATER, usando sus recursos y entregando muchas horas de voluntariado. Un esfuerzo de colaboración particularmente atractivo, es el Festival de Medios del Día Internacional de la Mujer, un evento multimedia de 24 horas, montado exclusivamente por mujeres y que involucra a otros medios de la ciudad.

Casa de Colores, un museo y centro de recursos indígena, está abierto al público en la frontera entre Texas y México, bajo la dirección de Helga García Garza. Con festivales de Danza, reuniones de jóvenes y adultos, medicina tradicional y de sanación, unen antiguas tradiciones, de los indígenas de México y de Estados Unidos. Estas reuniones y el museo de arte y de artesanías, permiten a la gente del Sur y del Norte volver a conectarse con su herencia cultural.

Parte del esfuerzo para cambiar los valores fluye hacia el movimiento para la alternativa espiritual, en especial al movimiento de la Diosa, y apoya a las tradiciones espirituales ligadas a la tierra de los grupos indígenas. El Programa de la Diosa de Stonehaven, organizado por la activista espiritual Pat Cuney ha estado funcionando y muchas de las autoras y maestras del movimiento de la Diosa han dado talleres allí.

Construí un templo a la Diosa egipcia Sekhmet en el desierto de Nevada, cerca del sitio donde se hacen las pruebas nucleares, en honor al nacimiento de mis hijas y como toma de posición en contra de las pruebas nucleares desde el punto de vista de la espiritualidad femenina. La estatua de la Diosa con cabeza de león, esculpida por Marsha Gómez, tiene una placa que dice, “Puedan las mujeres ser tan fuertes como el león al dar a luz al futuro.” La estatua de la ‘Madre del Mundo,’ también por Marsha Gómez, comparte el espacio sagrado. La sacerdotisa de la Wicca, Patricia Pearlman, cuida el templo y le da la bienvenida a los que van a meditar, a los que protestan en contra de las pruebas nucleares y a los que celebran los misterios. Yo pude devolver los veinte acres de tierra donde se encuentra el templo a los Shoshone Occidentales, a quienes pertenecieron originalmente esas tierras. Un grupo de mujeres jóvenes y algunos hombres jóvenes, llamado ‘Caos,’ construyó en sí el edificio de paja y fardos y el templo de emplasto, bajo la dirección de Yoli Reyes, Pamela Overeynder y Jody Dodd.

Un tema en particular que me preocupa es el daño que se ha hecho al medio ambiente y a la salud con las radiaciones nucleares. Las mujeres que trabajan en la parte de la organización (más directamente político y no deducible de impuestos) las Feministas para una Sociedad Compasiva, han creado excelentes y eficientes proyectos para oponerse a las propuestas para un vaciadero de desechos nucleares en el oeste de Texas, en el pequeño pueblo de Sierra Blanca, en la frontera con México. Erin Rogers ha sido particularmente eficiente en la organización contra el vaciadero, colaborando con otros grupos de activistas.

Susan Lee Solar ha creado la Caravana para la Paz, un museo antinuclear móvil, y viaja de pueblo en pueblo discutiendo el tema nuclear. El transporte de los desechos nucleares es muy peligroso, y el museo móvil es particularmente eficiente para informar a la gente a lo largo de las rutas por las que viajan los desechos nucleares. La Fundación también ha decidido hacer relevamientos sanitarios cerca de antiguas bases militares que ya no están en funcionamiento, para detectar la presencia de residuos nucleares y tóxicos y los efectos que pueden tener en la población. Yana Bland, quien inició la Asociación de Mujeres de la Región Mediterránea, con apoyo de la Fundación, ha dirigido una inspección cerca de la Base Aérea Kelly en San Antonio, Texas. Otros sondeos sobre la salud han sido ejecutados en las bases de Clark y Subic, en las Islas Filipinas, organizados por Myrla Baldonado con la ayuda de la Dra. Rosalie Bertell.

Es difícil, en tan poco espacio, describir todos los proyectos de las diferentes organizaciones. Recientemente, dimos una serie de conferencias, incluyendo una sobre los ‘Valores feministas en la familia,’ en la que Ángela Davis, María Jiménez, Gloria Steinem y Mililani Trask hablaron a un grupo de dos mil personas. Una segunda conferencia, sobre ‘Feminismo y Fundamentalismo,’ reunió a activistas y pensadoras de diferentes tradiciones para discutir la religión patriarcal desde el punto de vista feminista. Mahnaz Afkami, Marta Benavides, Yvonne Deutsch y Robin Morgan presentaron su pensamiento junto con un panel local, que incluía a la activista Cecile Richards.

Anualmente se llevan a cabo reuniones de activistas contra las pruebas nucleares, para crear redes entre las mujeres que se oponen al ciclo nuclear. En todas nuestras actividades reconocemos las conexiones que hay entre los temas, especialmente la existente entre el gasto en armamento, la creación de pobreza y el agotamiento del medio ambiente. Después de la venta del Edificio para la Paz, cambiamos nuestras oficinas a un edificio de oficinas común y corriente. Un grupo central de coordinadores de proyectos especiales trabaja ahí, incluyendo a Pat Cuney, Sally Jacques, Suze Kemper, María Limón, Sue MacNichol y Doll Mathis. Las oficinas de la Fundación y de la administración de las Feministas, están en Kyle, Texas, dirigidas por San Juanita Alcalá, Rose Corales y Nancy Wilson. Nuestra incondicional contadora es Mary Nell Mathis.

Estas actividades y muchas otras, que no puedo citar por falta de espacio, han sido un intento de practicar el paradigma del regalo en diferentes niveles, y en partes de la ‘realidad’ de la que generalmente es excluido. La Fundación ha crecido en forma orgánica, con muchas idas y venidas; igual que la vida, es desordenada y alborotada, y también cuidadora y generadora de conciencia. Tantas cosas y teorías fabricadas por el hombre son como de plástico, con todas sus moléculas en línea recta, o como las ciudades con casas en hileras ordenadas e interminables.

Poner en práctica una teoría significa que tiene que filtrarse a través de contradicciones y malos entendidos, a través de la incredulidad y de otros marcos de pensamiento, para poder crecer, florecer y dar sus frutos en diferentes maneras. Una dificultad adicional surgió a raíz de que recién ahora, después de muchos años de práctica. Sólo expliqué esta teoría en forma verbal, y quizá no siempre fui muy convincente. Estuve dispuesta a asumir este riesgo, porque creo que, debido a que las mujeres hemos sido socializadas para cuidar nutriciamente, todas (o casi todas) nosotras ya operamos de acuerdo a los valores del paradigma del regalo.

Sin embargo, frecuentemente estos valores están enterrados bajo un revestimiento de creencias del paradigma del intercambio. Las contradicciones que sufren las mujeres reciben una u otra explicación, y aprendemos a vivir en el patriarcado al permanecer no conscientes de nuestros valores, o haciéndolos entrar en el campo de las emociones. La Fundación para una Sociedad Compasiva y las Feministas para una Sociedad Compasiva son, además de todos los servicios que han brindado y los cambios que han logrado fomentar, organizaciones encargadas de generar conciencia. Su existencia altera la re-alidad, satisface la necesidad de tener un ejemplo de mujer que regala en lo externo, que convalida a la dadora interna que todas tenemos. Le da así al paradigma del regalo la dignidad que debe tener si ha de ser reconocida como el principio por el cual la humanidad puede lograr la paz.

Soñé con estas palabras: “La paz en la Tierra es el próximo paso en la evolución humana.” Que llegue pronto.

Posdata 2005

            La Fundación está cerrando ahora mientras he utilizado toda mi herencia y he dejado de invertir en propiedades relacionadas con el petroleo, por lo menos con los que tuve algún control. Ya había cerrado la mayoría de las funciones de la Fundación en 1998, aunque algunos proyectos todavía permanecían. Ahora solo habrá dos proyectos que quedan FIRE (www.fire.or.cr) y el templo de Sekhmet (www.sekhmettemple.com). Algunos proyectos como WINGS (www.wings.org) siguen autónomamente. Ud. puede pedir materiales sobre la Fundación y otros libros sobre la economía del regalo y también DVDs de las dos conferencias recientes del Centro del Estudio de la Economía del Regalo, en www.gift-economy.com. Un video de mi vida, Giving for Giving, será disponible pronto también. Además puedes ponerse en contacto conmigo en el sitio de web. Estaría encantada de oír de ti.